sábado, 23 de julio de 2011

Çay (Té turco)

El té negro se ha convertido en la bebida nacional de Turquía. Esta infusión fue introducida en el país, hace 100 años solamente. Su cultivo se debió a que un agrónomo trajo semillas de té y  las plantó en Rize, una ciudad muy húmeda de este país, y a partir de ese momento se convirtió en la bebida principal del desayuno y de las comidas de los turcos.


Al té turco se le conoce como çay (se pronuncia "chai") y hay muchas maneras de prepararlo. La más sencilla es la infusión instantánea, se pone dos cucharaditas de la infusión granulada en un vaso de agua caliente, removerlo y queda listo para beber.

Otra forma de hacer un delicioso té turco tradicional es con la doble tetera llamada Çaydanlik. La de arriba es la más pequeña que sirve para hacer el té y la de abajo sirve para hervir el agua y es la que se sitúa directamente sobre el fuego; cuando el agua está hervida se vierte a la tetera pequeña que contiene el té y se rellena nuevamente el agua que se ha vertido en la parte inferior. Cuando ésta vuelva a hervir, el té de la tetera pequeña estará ya listo para servir. Se sirve primero una pequeña cantidad de té en el vaso y a continuación se echa agua de la tetera inferior hasta llenar el vaso. 


Las teteras están hechas de metal y algunas de las pequeñas superiores de porcelana. Se sirve el té muy caliente en unos típicos vasos de cristal en forma de tulipán. Se puede disfrutar un té recargado o menos denso, según la cantidad de agua caliente que se le agregue. Posteriormente se le añade azúcar.

El té en Turquía posee un sabor y aroma especial a comparación de otros tés que existen. Siempre alrededor de las oficinas o tiendas habrá una infusión fresca y una persona que lo sirve durante el día de trabajo o en reuniones familiares. Probar un buen té turco es un placer en este país, comprobadlo.

¿Quieres un çay?

miércoles, 20 de julio de 2011

Pamukkale

En esta entrada voy a hablar de Pamukkale, en Turquía. Llegamos allí el pasado día 13 de Julio por la noche y lo visitamos al día siguiente. Pamukkale quiere decir Castillo de Algodón. La naturaleza convertida en hábil arquitecto, sobre un acantilado fluvial de más de doscientos metros de altitud, se eleva este grandioso decorado surrealista que no encuentra otro igual en todo el mundo. Desde lejos, Pamukkale da la impresión de una montaña completamente nevada, pero en realidad es una colina llena de series escalonadas de cataratas fosilizadas, en constante ebullición, vivas y cristalinas. Si nos acercamos, el paisaje adquiere la dimensión de un fantástico jardín acuático, vertiéndose estanque a estanque formando inmensas caracolas de roca calcárea similares a exóticas flores de origen tropical, de una blancura azulada y de una tremenda belleza.


Los manantiales calientes que brotan constantemente del interior de sus suelos calcáreos son el origen de este prodigio y el motivo primordial del asentamiento aquí de tantas civilizaciones pasadas. En Pamukkale, el agua termal brota a una temperatura constante de 35º, vertiendo un caudal constante de 240 litros por segundo. Esta agua se utiliza para el tratamiento de distintas enfermedades. Pamukkale constituye un escenario natural, en lo alto de un altiplano que domina el fértil valle de Denizli, un mirador formado por centenares de travertinos de todos los tamaños y formas.


A solo 5 kilómetros al norte de Pamukkale, en Karahayit, el agua brota de los manantiales a 38º, extraordinariamente rica en mineral de hierro, una enorme mancha de rojo sobresale en el verde paraje que rodea el manantial. El amanecer y el atardecer son momentos únicos que solo se pueden vivir aquí, el sol cayendo tras las pequeñas cascadas, hacen que este lugar sea un verdadero paraíso.


Son cientos de personas las que allí se concentran, algunas para sanar, otras para disfrutar de las vistas y otras simplemente de paso, y esto convierte a Pamukkale en un destino muy concurrido. Cuando nos acercamos a Pamukkale, el brillo de los travertinos en las laderas, nos hacen comprobar que es un rincón único en el mundo. Sentir los travertinos duros, rugosos y a la vez cálidos en los piés durante varios minutos mientras subes y bajas la colina es una experiencia sorprendente, relajante y excitante a la vez. Todo el mundo que entra al Castillo de Algodón tiene que hacerlo obligatoriamente descalzo para preservar esta joya de la naturaleza, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988.


En este mismo enclave, tenemos que visitar las ruinas de Hierápolis. Se trata de una villa de reposo fundada en el año 190 a.c por Eumenes II rey de Pérgamo. Próspero bajo los romanos y se hizo rica con Bizancio. Esta villa termal, a la que se venía a recuperar la salud, se convirtió en una necrópolis, un inmenso cementerio. En ésta se encuentra un gran teatro, después de pasar por una iglesia bizantina y un templo de Apolo. Aquí también fue martirizado el Apostol Felipe y tiene su tumba en lo alto de la ciudad.


Este lugar es ideal para pasar, al menos, un día entero; el paisaje es fabuloso, las aguas cálidas y deliciosas, todo tipo de alojamiento y unas maravillosas ruinas para visitar, y si aún tenemos suerte, podemos disfrutar de alguna representación en el teatro.

martes, 19 de julio de 2011

Éfeso (Turquía)

Ya estoy aquí de nuevo. Después de un pequeño paréntesis debido a mis vacaciones por tierras turcas, otra vez andamos por aquí. ¿Y qué tal en Turquía? Pues sencillamente genial. Un país musulmán (aunque digan que es laico) pero muy occidentalizado, ningún problema en andar por cualquier parte, donde musulmanes, católicos y hebreos conviven sin problemas en un mismo barrio y donde cada rincón de Estambul, por ejemplo, tiene algo interesante que mostrar. Tantas cosas... Un país con una historia de muchos siglos atrás, de muchas civilizaciones, culturas diferentes, contrastes sorprendentes, y un largo etcétera imposible de explicar al completo aquí. Os recomiendo unos días en Turquía, no sólo Estambul. Mezclaos con la gente de otras ciudades y pueblos, vereis que aparte de ser un poco cansos, son gente muy maja.


Una de las cosas que más me ha sorprendido de Turquía es una antigua ciudad griega llamada Éfeso, que seguramente os sonará. En esa ciudad, que tiene el yacimiento arqueológico más grande e importante al aire libre de toda Turquía, se situa la Casa de la Virgen María en la cual pasó los últimos años de su vida hasta su muerte, la cual visitamos, y como me ha parecido de lo más "chocante" que hemos encontrado, paso a relataros la historia de cómo se encontró esta casa y a qué se debe la devoción religiosa que despierta. Espero que os resulte interesante, para mí lo fue estar allí...

Toda la verdad sobre la casa de la Virgen en Efeso

El reportaje de Rome Reports sobre la apertura del proceso de beatificación de la monja francesa Sor Marie de Mandat-Grancey, cuando dice de ella que “descubrió la Casa de la Virgen María en Éfeso”, desliza una afirmación que, sin ser exactamente falsa, sólo aporta confusión en lo relativo a una de las grandes, y por otro lado, más modernas, reliquias del cristianismo, cual es la de la Casa de la Virgen María en la ciudad, hoy día turca, de Efeso. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos paso a paso, que la historia lo merece.

Para empezar, se ha de decir que la versión de una Virgen María que habría vivido en Efeso una vez que su hijo desaparece de este mundo, es sólo una de las dos que sobre el tema existen en la tradición cristiana. La otra sitúa a la Virgen en Jerusalén, donde habría vivido sin solución de continuidad hasta el momento de la dormición.  


Concentrándonos en la versión que aquí nos ocupa, a saber, la de que María se habría desplazado a Efeso donde habría pasado buena parte de su vida e incluso habría terminado sus días sobre la tierra, está estrechamente relacionada, como es fácil de imaginar, con el mandato que Jesús da al apóstol San Juan (y que por cierto, sólo se recoge en el Evangelio del propio Juan) en sus momentos finales sobre la cruz, cuando le dice: “Ahí tienes a tu madre”, aclarando el evangelista que “desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (Jn. 19, 27).

Siendo así que, según la más consolidada tradición, San Juan dedicó lo mejor de sus días a la ciudad de Efeso, donde de hecho habría muerto sobre el año 100 al poco de terminar de escribir su Evangelio, nada más lógico que situar junto a él a la madre de Jesús, cuya protección le había encargado ni más ni menos que su propio hijo. Documentalmente hablando, dicha tradición reposa en testimonios tales como un texto de difícil interpretación del Concilio de Efeso (431), un escrito del obispo jacobita Abulpharagius del s. XIII, y la afirmación en ese sentido del Papa Benedicto XIV (1740-1758).

A partir de esta piadosa tradición, la veneración de una casa en la que habría residido María no es nada, en principio antiguo (luego veremos que, en realidad, es más antiguo de lo que creemos), y para su culminación hemos de esperar a la aparición en el s. XIX de un curioso personaje, que no es otro que la monja alemana Sor Anna Katharina Emmerick (1774-1824), beatificada en 2004, objeto de unas curiosas alucinaciones que le llevan a visionar muchos de los episodios evangélicos de una manera, por un lado, muy vívida, y por otro, extrañamente verosímiles. Aunque muchos de Vds. habrán oído hablar de esta monja, valga decir de ella que sus visiones son las inspiradoras de no pocas escenas de la extraordinaria película “La pasión” de Mel Gibson.


Las visiones de Sor Katharina Emmerick fueron llevadas a papel por el escritor alemán Clemens Brentano entre los años 1818 y 1824. Dichas visiones dieron para varios libros, uno de ellos “La amarga pasión de Nuestro Señor Jesucristo”, y otro de ellos, el que nos interesa aquí “La vida de la Virgen María”. Pues bien, en éste último, la monja alemana, -que nunca  visitó Turquía, dicho sea de paso-, hace, a partir de las visiones que tiene, una descripción de la casa en la que habría vivido María en la ciudad turca de Efeso, la cual sitúa en la falda de una montaña, cercana a un arroyuelo, con vistas a la ciudad y al mar, de piedra, planta rectangular, con un ábside y una chimenea.

Con esta descripción, los padres paúles H. Jung y Eugene Poulin organizan una expedición en 1891. Hallándose en la región de Degirmerdere y muertos de sed, preguntan a unos paisanos donde pueden encontrar algo de agua, y conducidos a un arroyuelo, se aparece ante sus atónitos ojos una casa que coincidía perfectamente con la descripción realizada por la monja alemana, y que, para colmo de las coincidencias, tiene en el ábside una estatua de la Virgen María, lo que obliga a aceptar la existencia de una tradición inveterada y probablemente ininterrumpida en el lugar. Razón por la que decíamos arriba que el culto era más antiguo de lo que se nos presenta. Analizada por los arqueólogos, se llega a la conclusión de que se trata de una edificación del s. I d.C., sobre la que en el s. IV se habría superpuesto una pequeña iglesia.
 

A partir de ahí, comienza el proceso de reconocimiento de la reliquia. En 1914, el Papa Pío X ofrece indulgencia plenaria a los peregrinos que visiten la Casa de Efeso. En 1951, apenas un año después de declarar el dogma de la Asunción de María, último de los declarados por la Iglesia, Pío XII la declara objeto de peregrinaje. Y el 26 de julio de 1967, Pablo VI se convierte en el primer Papa que la visita. Más tarde lo harán también Juan Pablo II, el 30 de noviembre de 1979, y Benedicto XVI, el 29 de noviembre de 2006.

El santuario reviste la notable particularidad de ser lugar de culto común de cristianos y musulmanes, conocida como es la devoción que éstos profesan a la Virgen María. Por cierto, que existe entre los turcos musulmanes la tradición de peregrinar a la Casa de María justamente el 15 de agosto, fecha en la que, como se sabe, los cristianos celebramos Asunción de María.

Más adelante os relataré el día que pasamos en la Montaña de Algodón de Pamukkale.

jueves, 7 de julio de 2011

Destino: Turquía


Próxima parada: Turquía. 11 días visitando Estambul, Pamukkale, Afrodisias, Marmaris, Bodrum, Kusadasi, Éfeso y Izmir, es decir, Estambul y la costa turca del Mar Egeo. Así que ya sabeis, no habrá entradas estos días, hasta el día 19 por lo menos, vacaciones totales. Qué paseis buenas vacaciones, buenas fiestas y que disfruteis a tope de todo lo que esteis haciendo o vayais a hacer.

¡Hasta la vuelta!

domingo, 3 de julio de 2011

El Riau-Riau

El día 6 a las 4:30h. de la tarde, la tradición sanferminera llama a acudir al Riau-Riau.

El Riau-riau es un acto tradicional en el que se acompaña a la corporación municipal desde el Ayuntamiento hasta la capilla de San Fermín, unos 500 metros en total. Se celebraba de manera oficial desde 1914 y así duró hasta 1991. En 1997 se retomó la iniciativa de la misma manera que comenzó, por el impulso popular. El ritmo de la marcha es lento porque hay mucha gente y la muchedumbre camina tarareando "Riau Riau" a ritmo del Vals de Astráin. El canto se repite una y otra vez interpretado por La Pamplonesa y a coro entre los asistentes. El récord de interpretaciones data de 1980 donde se puso escuchar 181 veces seguidas. El culpable de esta iniciativa fue Ignacio Baleztena y su hijo recupera la historia original en el blog de Premin de Iruña.

En 1991 el Riau-riau fue suspendido tras unos graves incidentes que provocaron que la corporación municipal no pudiera completar el recorrido. En 1972 y en 1980 tampoco se pudo completar el camino del Riau-riau pero esta vez fue definitiva por la intensidad del incidente. Hubo varios intentos por recuperarlo en años posteriores como en 1996, pero el esfuerzo fue vano. 

En 1997 miembros de la peña Mutilzarra realizaron los primeros intentos de recuperar de manera popular el Riau-riau sin la presencia de representantes políticos. Ese año se sumaron también varias asociaciones de jubilados impulsados por la inicativa de Patxi García. Poco a poco este esfuerzo fue ganando adeptos y desde 2002, la Asociación de jubilados Yoar, asumió de manera popular este acto. 

En 2006 se volvió a sumar la banda La Pamplonesa y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. El resultado es bastante similar al tradicional, pero sin la corporación municipal y sin protesta ante su presencia.

Vals de Astrain - Letra 

A las cuatro el 6 de Julio, Pamplona gozando va
pasando calles y plazas, las Vísperas a cantar
al glorioso San Fermín, patrón de esta gran capital
que los pamplonicas aman, con cariño sin igual.

Delante van, chiquillos mil
con miedo atroz, diciendo ¡Aquí!
un cabezón viene detrás
dando vergazos y haciendo chillar

¡Riau-Riau!

Después vienen los muchachos, en un montón fraternal
empujando a los gigantes, con alegría sin par
porque llegaron las fiestas, de esta gloriosa ciudad
que son en el mundo entero, unas fiestas sin igual.

¡Riau-Riau!


sábado, 2 de julio de 2011

Los Gigantes


Muchas ciudades tienen gigantes, pero los de Pamplona son los mejores, y no es por chauvinismo, qué va. Son ocho personajes descomunales (cuatro parejas de rey y reina), de cuatro metros de alto, que representan "las cuatro partes del mundo": Europa, Africa, Asia y América. Al parecer desconocían la existencia de Oceanía. 

Los actuales no son muy antiguos (1860), pero continúan una tradición muy anterior. Llevan también una corte de cinco cabezudos: el alcalde, el concejal, la abuela y la pareja de japoneses. Y además seis kilikis: Barbas, Patata, Verrugón, Coletas, Caravinagre y Napoleón, que son una especie de compañía antidisturbios para niños y se dedican a aporrearlos con unos vergajos de pega. Los kilikis han acojonao, nos han acojonao, a muchas generaciones de niños de Pamplona. Para completar el cortejo, hay seis zaldikos, mitad hombres mitad caballos, que también se dedican a vapulear menores. 

Si por casualidad algún kiliki rompe las gafas de vuestro crío, que sepáis que existe un seguro que cubre este tipo de accidentes. Sólo hay que hablar con el responsable de la comparsa y presentar una reclamación en el ayuntamiento. Por lo visto es bastante habitual.

Toda esta comitiva, "la Comparsa" (Asociación de Gigantes y Cabezudos de Pamplona), te la vas a encontrar a distintas horas del día por la calle, rodeada de cientos de críos, padres, abuelos y gente, en general, bailando al son de las gaitas y el ttun-ttun. Con la más negra de todas las reinas acude un grupo de ttunttuneros y ttunttuneras que hacen posible la continuacion en la comparsa del más antiguo de sus instrumentos. Los gigantes fundamentalmente bailan: valses, polkas, jotas, desde sus cuatro metros de altura: es digno de verse.

La comparsa sale diariamente a hacer un recorrido que se anuncia en los periódicos locales o en el programa oficial, y además participa en todos los actos importantes de la fiesta: la procesión, el chupinazo y el riau-riau.

 Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona
Fuente: www.sanfermin.com

viernes, 1 de julio de 2011

D14 D3 V3R4N0 3N L4 PL4Y4

D14 D3 V3R4N0 3N L4 PL4Y4. No, no está mal escrito, míralo bien y lo entenderás. Este mensaje no es únicamente un juego, está comprobado que una persona a la que le cueste descifrarlo, tiene mayor posibilidad que otras de sufrir Alzheimer.... ¡Sí, Alzheimer! Espero que podáis descifrarlo...

Venga, sacude tus neuronas. Si consigues leer las primeras palabras, tu cerebro descifrará las siguientes... No te lo crees? Compruébalo.


...0853RV4ND0 A D05 CH1C45 8R1NC4ND0 3N 14 4R3N4, 357484N 7R484J484ND0 MUCH0 C0N57RUY3ND0 UN C4571LL0 D3 4R3N4 C0N 70RR35, P454D1Z05 0CUL705 Y PU3N735. CU4ND0 357484N 4C484ND0 V1N0 UN4 0L4 D357RUY3ND0 70D0 R3DUC13ND0 3L C4571LL0 4 UN M0N70N D3 4R3N4 Y 35PUM4.

P3N53 9U3 D35PU35 DE 74N70 35FU3RZ0 L45 CH1C45 C0M3NZ4R14N 4 L10R4R, P3R0 3N V3Z D3 350, C0RR13R0N P0R L4 P14Y4 R13ND0 Y JU64ND0 Y C0M3NZ4R0N 4 C0N57RU1R 07R0 C4571LL0. C0MPR3ND1 9U3 H4814 4PR3ND1D0 UN4 6R4N L3CC10N: 64574M05 MUCH0 713MP0 D3 NU357R4 V1D4 C0N57RUY3ND0 4L6UN4 C054 P3R0 CU4ND0 M45 74RD3 UN4 0L4 LL364 4 D357RU1R 70D0, S010 P3RM4N3C3 L4 4M1574D, 3L 4M0R Y 3L C4R1Ñ0, Y L45 M4N05 D3 49U3LL05 9U3 50N C4P4C35 D3 H4C3RN05 50NRR31R.

 ¿Qué tal? ¿A que no ha sido tan difícil?