Artículo de la revista La Finestra Digital sobre la gira de Roxette a su paso por España.
20 Noviembre 2011, por Gianluigi Fois.
Dressed for success / Sleeping in my car / The big L. / Wish I could fly /
Only when I dream / She's got nothing (but the radio) / Perfect Day /
Things will never be the same / It must have been love / Opportunity Nox / 7Twenty7 /
Fading like a flower / Crash! Boom! Bang! / How do you do? / Dangerous /
Joyride / Spending my time / The look / Listen to your heart / Church of your heart
Tras siete años lejos de los escenarios Roxette ha vuelto a España para presentar su último trabajo “Charm School” ante sus seguidores en Madrid en el Palacio Vistalegre y en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
Son un clásico de los 80 y los 90 que todavía siguen en auge. Con más de 75 millones de discos vendidos, Roxette son uno de los mayores dúos de la historia de la música mundial. La pareja sueca formada por la cantante Marie Fredriksson y el cantante y compositor Per Gessle alcanzó el éxito a finales de los 80 con su segundo álbum “Look Sharp!” (1988) que incluía dos de sus mayores éxitos “The Look” y “Listen to Your Heart“, temas que alcanzaron la cima de las listas de EEUU y en otros 24 países. Desde entonces su trayectoria se extiende más de dos décadas, logrando liderar las listas de ventas de todo el mundo con singles y álbumes como: “It Must Mave Been Love“, “Joyride“, “How Do You Do!“, “Dangerous“, “Fading Like A Flower” o “Dressed For Success“, éxitos que también les hicieron ganar muchos premios musicales como World Music Award, premios de MTV, los BMI de Inglaterra, y varios Grammys suecos.
Muchas de estas canciones han formado parte de la banda sonora de mi adolescencia. Por eso anoche fue para mí, y seguro también para muchos de los que asistieron, un poco nostálgico y divertido ver la actuación de Roxette.
Despues de una breve, pero buena, actuación de los teloneros Casa rusa (joven banda pop-rock balear en su tercer álbum “Fantásticamente Hablando”, y que muchos comparan con figuras como Antonio Vega o Los Secretos), llegaron las 21.30 horas cuando, frente a un Palacio Vistalegre totalmente lleno y al día siguiente en un replegado Palau Sant Jordi de Barcelona, empezaron los conciertos de Roxette con el clásico “Dressed for success“ mezclado con “Sleeping in my car”.
Aunque la gira se llame Charm School, con sólo dos canciones de su último álbum (“Only When I Dream“, “She’s Got Nothing On – But the Radio”), el setlist de los conciertos ha sido más su greatest hits, que a lo largo de casi dos horas de espectáculo llevan al público en un viaje siempre emocionante y en bastantes momentos literalmente “vibrante”.
En un escenario de teatro, con cortinas rojas, Per Gessle es el alma del grupo, y como un director de orquesta que da los tiempos, desde la primera nota lidera toda la banda… ¡y tambien al publico! invitándolo a cantar con ellos cuando tocan éxitos como “It Must Have Been Love”, “Crash! Boom! Bang!”, “How Do You Do!” y “Joyride”.
Marie Fredriksson merece una mención especial. Antes de anoche tenía un poco de curiosidad por verla cantar después de la enfermedad. Es difícil no quedar impresionado con su recuperación de un tumor cerebral. No saltaría por el escenario como antes desde luego, pero su voz sigue siendo fenomenal, y su actuación de “Perfect Day” es sin duda el momento más emocionante de toda la noche, que le hizo recibir una larga y sincera ovación del público. Los otros momentos cumbre los protagonizarían los temas más movidos del grupo coreados al unísono por la platea y, en el caso de Barcelona, una guitarrera versión del himno del Barça cantado a pleno pulmón por el público mientras Marie sonreía enfundada en la camiseta azulgrana con el 10 de Messi a la espalda.
Después de 16 canciones, dos bises con éxitos como “Spending my time“, “The look“ (que 23 años después mantiene la misma fuerza) y “Listen to your heart”, Roxette se despide tocando una version umplugged de “Church of Your Heart”, con toda la banda en la misma línea para agradecer al público y, por supuesto, compartir la respuesta de los espectadores madrileños y barceloneses: ¡Minutos de interminables aplausos!
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