jueves, 26 de mayo de 2011

La tormenta

Siempre me han gustado las tormentas llenas de relámpagos, truenos y rayos. Cuando era pequeño, y ya sé que es una tontería, quizá para que no pasásemos miedo, mi padre nos enseñó a contar los segundos que pasaba entre que veíamos la luz del relámpago y escuchábamos el ruido del trueno, así sabíamos que la tormenta se acercaba o se alejaba, sobre todo si era por la noche, nos quedábamos tranquilos y dormíamos la mar de agusto. Así jamás tuve miedo de una tormenta, y lo que ahora tengo es un buen recuerdo de esas veces en que cae una buena, como ayer noche.

El cielo se fue cubriendo poco a poco, sobre todo en una zona concreta y se veía de lejos la que se nos venía, y entre esos nubarrones negros negros se veía cómo chocaban las nubes entre sí produciendo juegos de luces. Y la tormenta llegó con mucha lluvia, relámpagos, truenos y rayos, y todo eso junto hizo recordar buenos y lejanos momentos vividos... Contra mas ruidosos sean los truenos, de esos que tiemblan los cristales que parece que se van a romper, mas disfruto de la tormenta. Hay gente que odia las tormentas sobre todo si son fuertes con muchos truenos y rayos, yo en cambio, me pongo a mirar por la ventana en silencio cuando hay una, esperando esos relámpagos que iluminan la noche con una luz blanca enorme y esos truenos que al retumbar en los edificios de alrededor hacen que el sonido se multiplique por diez. Ya llega el verano ¿la tormenta de esta noche pasada ha sido el preámbulo de las que nos van a venir en los próximos meses? Esperemos que sí ¡esperando estoy!



Ermitagaña (Pamplona) 25/05/2011


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